Siendo octubre el mes a la familia, resultaba más que propicio dedicar un día, a festejar especialmente los que son los pilares de esta: los matrimonios.
Fue así como el pasado 22 de octubre, se fueron congregando en nuestra parroquia distintos matrimonios que se acercaban a participar de la Santa Misa y renovar en ella, las promesas que hicieron el día de su boda.
"Reinaba un ambiente de alegría y fe compartida", nos dice María Luisa Álamos, quien junto a su marido Pedro Pablo González, fueron los organizadores de esta actividad.
Ambos vivieron este día de manera especial, pues "luego de estos años, encerrados por la pandemia, donde las actividades presenciales de la parroquia se suspendieron por completo, este encuentro de la comunidad de matrimonios, fue en primer lugar, muy emocionante. Ya que al ser llamados los matrimonios a acercarse al altar, acudieron casi todos los fieles presentes".
Pero eso no fue todo, al término de la misa, cada pareja de esposos se dirigió a nuestro salón parroquial para compartir en comunidad.
Allí fueron recibidos con una copa de espumante para juntos brindar por ese amor conyugal y bailar nuevamente el vals y otros ritmos, como el día de su casamiento.
"Fue bueno el estar cerca, el conversar mirándonos a los ojos y no a través de una pantalla de TV", señala María Luisa, quien también se mostró emocionada por la cantidad enorme de matrimonios que participaron esa noche.
Como parroquia somos felices de acoger esta actividad que apunta a fortalecer el vínculo matrimonial, de tantos de nuestros feligreses. A quienes encomendamos al amparo de Nuestra Señora del Rosario.
¡Dios, qué es Amor, bendiga el amor de estos esposos!
