Fue en el año 2013, junto con la apertura de nuestra capilla de adoración perpetua, en que María Eugenia se adentró en esta aventura.
"Si bien al comienzo se hacía larga una hora, cada vez se pasa más rápido y se hace poco ese tiempo", nos cuenta María Eugenia, quién suele permanecer en adoración ante el Santísimo todos los jueves de 06:00 a 07:00 am. "En un inicio era regalarle una hora al Señor, pero luego era un regalo para mí y finalmente se transformó en una necesidad".
Esta labor se vio interrumpida durante el tiempo de confinamientos por pandemia, pero aun así nunca la abandonó.
"Cuando la exposición al Santísimo Sacramento no se transmitía online en nuestra parroquia, buscaba en internet otras capillas para poder hacer mi Hora Santa. Es 'la cita' agendada más importante e irremplazable de mi semana, ya que de ahí surge todo lo que puedo ser y hacer en el día a día".
Palabras que de por sí denotan, el cariño con que lleva a cabo esta obra de amor eucarístico. "Es ese momento de intimidad que tengo con Él, que me permite alimentar y mantener viva nuestra amistad. Retribuir así de alguna manera todo lo que Él me regala y hace en mi vida".
En sus palabras, María Eugenia Ortiz, define que ser adoradora "es expresar mi amor al Señor. Reconocerme tan pequeña y necesitada ante Él... Sé que en ese momento, el Señor actúa en mí de la manera que Él quiere y puedo llenarme de su paz".
Valoremos como ella, esos momentos que Dios nos regala ante su presencia sacramental. Y dejémonos llenar de su amor.
Recuerda que nuestra capilla de adoración permanece abierta las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Acércate y permanece junto a Jesús.
¡Llena de tu paz y bendición, a tus adoradores Señor!
