Nuestra comunidad vivió una hermosa y multitudinaria procesión en honor a la Inmaculada Concepción el pasado lunes 8 de diciembre.
Partió en Villa San Luis y avanzó por las calles cercanas a la parroquia hasta llegar al templo. Participaron familias, jóvenes, adultos mayores y niños. Caminaron juntos, rezando, cantando, llevando en sus manos el anda con la imagen de la Virgen María.
En cada paso se percibía la alegría de saberse hijos de una misma Madre y el deseo sincero de honrarla en su día. Agradecemos de corazón a todos quienes participaron y colaboraron para que esta celebración fuera tan significativa y fraterna.
La Inmaculada Concepción, el dogma que afirma que María fue preservada de todo pecado desde el primer instante de su existencia, es una verdad teológica en el que contemplamos la obra perfecta de Dios.
Descubrimos que también nosotros estamos llamados a dejarnos transformar por Su gracia. María, totalmente disponible, nos recuerda que la santidad no es un ideal lejano, sino un camino posible cuando abrimos el corazón a Dios.
Por eso celebrarla es renovar la esperanza: si Ella pudo vivir en plenitud el amor de Dios, también nosotros, con humildad y perseverancia, podemos caminar hacia la misma fuente de luz.
